Mitos sobre la desinfección en piscinas y spa

La higiene de los nadadores solía ser un tema relativamente tabú, en los últimos años, cada vez se lee más sobre cómo las piscinas son un “baño público”.

Creemos que el conocimiento es poder. ¿Queremos dejar de nadar en las piscinas? Por el contrario, consideramos que es importante concienciar a los usuarios de las piscinas de que juegan un papel importante para que la natación sea saludable y divertida.

 

A lo largo de los años hemos aprendido que hay muchos mitos sobre las piscinas, algunos de los cuales promueven malas decisiones y conducen a piscinas poco saludables.

Mito 1: Las piscinas son un gigantesco desinfectante

Esta es una descripción peligrosamente engañosa y aunque las piscinas bien mantenidas contienen desinfectantes que matan los microorganismos causantes de enfermedades que entran en el agua con los bañistas, no se puede suponer que los desinfectantes eliminen instantáneamente todos los contaminantes no deseados que entran en el agua. 

Por ejemplo, los desinfectantes a base de cloro se añaden para eliminar los microorganismos nocivos, pero se consumen por reacciones químicas con el sudor, el maquillaje y los aceites corporales de los usuarios. 

En otras palabras, el cloro no puede distinguir entre las bacterias y los cosméticos y reacciona con cualquier sustancia que encuentre por primera vez.

Por desgracia, cuando el cloro reacciona con sustancias nitrogenadas (como la orina y el sudor de los nadadores), puede formar subproductos de desinfección irritantes que pueden enrojecer los ojos de los nadadores y provocar picores en la piel. 

Muchos bañistas atribuyen el fuerte olor químico de estas sustancias a un exceso de cloro y lo toman como una señal de que la piscina no es saludable. 

En realidad, estas piscinas suelen requerir cloro adicional para destruir los agentes irritantes y proporcionar cloro residual para destruir los microorganismos causantes de enfermedades.

Mito 2: No es necesario ducharse antes de nadar

Dado que las piscinas no son “desinfectantes gigantes”, es muy importante que los nadadores se duchen previamente de entrar en ellas. 

Cuanto más limpio esté el cuerpo que entra en la piscina, menos subproductos irritantes se formarán y mayor será la probabilidad de que el cloro se utilice para su propósito principal de matar patógenos. 

Un estudio realizado por investigadores holandeses demostró que una ducha de 60 segundos elimina la mayoría de los contaminantes del cuerpo. Sin embargo, nuestra encuesta de 2018 encontró que el 52% de los encuestados nunca se duchan cuando van a nadar. Solo el 29% de los encuestados afirma haberse duchado durante al menos un minuto antes de nadar.

Muchos nadadores se ducharon después de nadar y el 80% de los encuestados considera que ducharse después de nadar es más fundamental que ducharse antes de nadar. 

Seguidamente de nadar, los bañistas pueden ducharse a gusto para aclarar el agua de la piscina, se trata de una elección personal basada en la comodidad. 

No obstante, es imprescindible ducharse de antemano a meternos en la piscina, ya que el sudor y un cuerpo sin duchar pueden afectar a la calidad del agua de la piscina y, por tanto, a la de todos los que se encuentren en ella. 

¿Qué baño vas a tomar en la piscina este verano: antes de nadar, después de nadar o ambos? Ayude a convertir la natación previa en una cuestión de salud pública, la higiene de los nadadores no debe ser un tema tabú.

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